AC 04: Hablemos de tasas de interés. – Invitado: Felipe Chapman, Economista.

“El dinero es un bien o un activo más de una economía y cuánto vale el dinero, su precio, que son las tasas de interés, fluctúa de acuerdo a la oferta y la demanda.”

En este episodio converso con Felipe Chapman sobre tasas de interés. Sobre qué se entiende como tasa de interés, su historia y sobre su efecto en nuestro devenir financiero.

Sobre el invitado: Felipe Chapman es un reconocido economista panameño, socio director de la firma INDESA, es director independiente de Banistmo, fue presidente de la junta directiva de Latinex Holdings, la Bolsa de Valores de Panamá y Latín Clear. Antes de unirse a INDESA en el año 2004, fue CEO de la Bolsa de Valores de Panamá

Contenido clave:

  1. Desde 3000 AC se utiliza el concepto de tasa de interés, mucho antes de la invención del dinero. Mira este gráfico de sus niveles históricos.
  2. La tasa de interés es el precio del dinero. Es expresado en un porcentaje de unidad monetaria, ejemplo: una tasa de interés de 5% sobre un préstamo de $100.00 equivale a un costo de $5 por obtener $100 prestados (5% x $100.00).
  3. Los bancos son intermediarios de dinero, es decir toman dinero alquilado (depósitos) a un costo (tasa pasiva) y lo realquilan (préstamos) a un precio (tasa activa). Este costo y precio, al tratarse de dinero, es fijado como una tasa de interés.
  4. El dinero es un activo y, al igual que otros activos en una economía de mercado abierto, su valor o precio es determinado por las fuerzas de oferta y demanda.
  5. Los bancos centrales y los reguladores bancarios no fijan tasas de interés. Para las economías dolarizadas la Reserva Federal, cuyo mandato es mantener los niveles de precios y mantener pleno empleo, pueden influenciar las tasas de interés por las actividades que llevan a cabo para cumplir con su mandato. Más info aquí.
  6. El rol del regulador bancario, en Panamá, la Superintendencia de Bancos es proteger a los depositantes, quienes confían a los bancos sus ahorros productos de su trabajo. Esto lo hace garantizado la seguridad y competitividad del sistema bancario.
  7. En Panamá las tasas de interés históricamente han variado de acuerdo a las fuerzas de oferta y demanda. La ley bancaria, en aras de proteger la libre competencia entre bancos, establece en su artículo 79 “los bancos podrán fijar libremente el monto de las tasas de interés activas y pasivas de sus operaciones, por lo que no les serán aplicables otras leyes o normas que establezcan tasas máximas de interés.

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Transcripción del episodio

Ángel: ¿Qué tal? Bienvenidos a los ALVA Casts, podcast de finanzas y economía para la condición humana.

La fecha de grabación es 23 de agosto y para el programa de hoy tenemos un invitado muy especial. Su nombre es Felipe Chapman, reconocido economista panameño y socio director de la firma INDESA, firma líder en análisis económico, asesoría y servicios financieros en Panamá. 

Es director independiente de Banismo. Fue presidente de la Junta Directiva de Latin Ex holdings, la bolsa de valores de Panamá y Latin Clear.

También fue vicepresidente ejecutivo y gerente general de la Bolsa de Valores de Panamá.

En el episodio de hoy hablamos sobre las tasas de interés; sobre cómo se define este concepto, sobre cómo se determina su valor, y, sobre todo, cómo esta tasa afecta al crédito, que, a su vez, afecta al bolsillo y al consumo, que es la variable más importante de la ecuación económica.

Y antes de entrar en la conversación, nuestro acostumbrado preámbulo:

Una podría pensar que las tasas de interés son una invención de reciente data de la economía moderna. Sin embargo, su uso precede inclusive la inversión del propio dinero. 

Se conoce de su uso en la antigua Mesopotamia, en 3000 a.C, es decir, hace más de 5 mil años, y de su reglamentación en Babilonia por la reglamentación del código de Amur Abi, en 1800 a.C.

Hoy día, al utilizar el dinero como principal medio de intercambio, de valorización de activos y el principal recurso que se presta, vemos la tasa de interés expresada como un porcentaje de un valor que ha sido definido en unidades de dinero.

Es por eso que, cuando se habla de tasa de interés, se habla del precio del dinero, y este precio varía, así como varía el precio de cualquier producto debido a la oferta y la demanda.

En este episodio veremos el efecto que tiene esa variación sobre nuestros ahorros y sobre nuestra capacidad de invertir, y veremos la importancia de mantener la libre competencia entre los intermediarios en este mercado, es decir, los bancos para beneficio del consumidor.

Como siempre, esta es una conversación abierta y nos encantaría escuchar de ustedes y sus ideas a través de nuestras redes sociales en Twitter e Instagram @Alvacasts, o en nuestro sitio web www.alvacasts.com.

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Sin más, les dejo con mi conversación con Felipe Chapman.

Ángel: ¿Qué tal, Felipe? Encantado de tenerte en los ALVA Casts ¿cómo te encuentras? Y ¿qué nos cuentas?

Felipe: Muy bien, gracias. Lo principal es que hay salud, y mi familia, todos tienen salud. Hemos podido continuar trabajando desde teletrabajo y podemos continuar cumpliendo con todas nuestras obligaciones financieras y económicas. 

Entonces, lo que te puedo decir es que estamos en un entorno de un mundo; de un país altamente convulsionado, dentro de esa tormenta, nosotros estamos muy bien, afortunadamente, y en la medida que podemos, tratamos de contribuir para que los otros también lo estén.

Ángel: Me alegra mucho escuchar eso. Definitivamente salud y trabajo, ante el entorno actual, es el equivalente a haberse ganado la lotería. Y, definitivamente, hoy más que nunca, hay que ser solidarios.

Bueno, Felipe, y entrando en tema, quería repasar contigo y que nos compartieras la definición de “tasa de interés”

Felipe: Bueno, la tasa de interés es el costo que se le aplica al dinero y lo paga el que pide prestado el dinero. Por ejemplo, cuando un banco le pide el dinero prestado a un depositante –ya sea una cuenta de ahorros, una cuenta de depósito a plazo fijo, ya sea a través de la compra-venta de deuda en mercados como un bono- el banco paga por tener ese dinero.

Y esa tasa de interés es el costo que le paga a la persona que le está prestando ese dinero, que le está alquilando ese dinero ¿no? Es el equivalente, por ejemplo, a la tasa de interés sobre un activo fijo, por ejemplo, sobre un apartamento, sobre un local comercial, es básicamente el mismo concepto. 

Es decir, están pagando por alquilar el dinero y ¿por qué es alquilarlo? Porque tienen la obligación de devolver ese dinero cuando se venza el plazo pactado y el banco toma ese dinero, paga por ese dinero, lo compra o lo alquila y se voltea; y, a su vez, se lo realquila a personas, hogares, y las personas y los hogares lo utilizan para comprar una vivienda, para comprar un automóvil.

Lo usan en algunos casos –los menos conservadores inclusive- lo usan hasta para viajar a través de tarjetas de crédito; y las empresas lo pueden utilizar para, por ejemplo, invertir en una infraestructura, comprar inventarios… Por ejemplo, lo puede utilizar un negocio que compra y vende artículos electrónicos, entonces, financia su inventario, que, posteriormente, se lo vende al consumidor final. 

Eso es lo que básicamente es una tasa de interés.

Ángel: Entonces, básicamente se le paga a una persona una tasa reconociendo el valor que tiene el valor que tiene un uso de un bien de su propiedad. 

En el caso del banco se le paga interés al depositante por el alquiler de sus fondos. Fondos que luego son utilizados para proveer de capital a otras personas.

En ese sentido, los bancos son solo intermediarios de dinero ¿Y qué ganan con esto?

Felipe: El banco realiza -percibe ingresos brutos- producto de la diferencia de cuánto le cuesta al banco alquilar ese dinero y a qué precio logra realquilar ese dinero.

Es decir, por ejemplo –caso típico de Panamá- si a un banco le cuesta -en promedio 2%- alquilar dinero y que es una mezcla de dinero que recibe o que pide prestado por medio de cuentas corrientes, cuentas de ahorro y depósitos a plazo de deudas que emiten en los mercados, digamos que cueste 2%, se voltea, y se lo presta a personas, a hogares, a empresas…

Y digamos que, en promedio, se lo presta al 5,5%, entonces, la diferencia de ese 5,5% que lo tiene el ingreso, y el 2% que le cuesta alquilar, pedir ese dinero prestado, ese 3.5 puntos porcentuales es lo que le genera ingresos brutos. Es lo que llaman el “margen neto de interés”.

Que, en el caso de Panamá, paradójicamente, es el más bajo de América Latina. Si no es el más bajo, debe estar entre los 3 más bajos de América Latina.

Esos ingresos brutos -que un banco lo debe utilizar para generar ganancias, generar utilidad- tiene que ser mayor a lo que le cuesta operar. Es decir, la planilla, lo que le cuesta en tecnología, en electricidad, en alquileres… Entonces, esos ingresos brutos –producto del margen de interés neto- tiene que ser superior a los gastos en que tiene que incurrir un banco para poder producir ese ingreso.

Entonces, esa diferencia, de ser positiva, es una utilidad que tiene el banco. Si el banco es poco rentable o es ineficiente es probablemente que, esa brecha, entre el ingreso bruto y los gastos que le cuesta producir pueden ser muy pequeños e inclusive pueden arrojar una pérdida en casos.

Porque, no todos los préstamos se recuperan, y cuando un préstamo no se recupera, tiene que tomar la pérdida de ese préstamo que forma parte de los costos y gastos de un banco.

Ángel: Muy interesante, Felipe. ¿y por qué se cobra una tasa de interés?

Felipe: Se cobra una tasa de interés porque yo estoy tomando ese dinero prestado y lo estoy alquilando y quien me lo está alquilando, quien me lo está dando va a pedir a cambio una remuneración por alquilar ese activo. 

Es decir, por ejemplo, si yo tengo una propiedad agrícola, ¿yo por qué se la voy a prestar a Ángel gratuitamente, cuando él está dispuesto a pagarme un alquiler por esa tierra para poner ganado y después vender el ganado que ahí crece o para sembrar arroz. 

O, si yo le alquila a Ángel una propiedad para poner un restaurante o una lavandería y en ese lugar Ángel está dispuesto a pagarme, de pronto dices: “a mí me sale mejor pedir prestado” o prestar, alquilar esa propiedad, a que comprarla.

Yo, obviamente, tengo un costo de oportunidad en el cual si yo no coloco ese activo y lo pongo a producir entonces estoy perdiendo una oportunidad que, a lo largo del tiempo, va a ir pendiendo valor básicamente.

Ángel: Ahora, regresando al ejemplo en que a un depositante se le pague un 2% de tasa de interés, hay que pensar que ese depositante tiene otras alternativas para el uso de sus fondos que quizá le representen una tasa mayor de interés.

Actividades de mayor riesgo como quizá prestarle dinero a un amigo, invertirlo en un negocio propio, o comprar una propiedad para darla de interés.

También hay que pensar que hay personas más adversas al riesgo y quizás solamente decidan meter esos fondos en una caja de zapatos.

Teniendo eso en cuenta, ¿hace sentido tener mis fondos alquilados a un banco?

Felipe: Sí, sí lo hace. Yo iría un paso más atrás: ¿cómo se produce ese ahorro que busca ser colocado en un banco? Bueno, producto de nuestro trabajo. Una persona natural recibe o busca recibir un ingreso monetario producto de su trabajo; ya sea ofreciendo productos, bienes, o servicios. Y si son financieramente disciplinados, por cada dólar que reciben de ingreso, pues, tratarán de no gastar la totalidad de ese dólar sino tatar de ahorrar 5 centavos, 10 centavos de cada dólar que les ingresa para darse el lujo de hacer gastos adicionales a futuro.

Entonces, ¿qué opciones tienen? Esos, por ejemplo, si es una persona tiene un ingreso de, digamos, de 1000 balboas al mes, y logra ahorrar 10%, todos los meses ahorra 100 dólares. Cuando llega finalizado el primer año tiene 1200 dólares. 

Él podría decir: “hombre, yo puedo tener una caja de zapatos en mi casa”, con el riesgo de que ese papel moneda se deteriore, que la humedad lo dañe, que alguna alimaña o mi mascota se lo coma, o que entre un amigo de lo ajeno a la casa y se lo lleve…

Pero en adición a esos riesgos, está el riesgo de perder valor a lo largo del tiempo. ¿Qué significa eso? Si yo, por ejemplo, hoy en día, voy a comprar este celular, y este celular me cuesta 300 dólares y resulta ser que el siguiente año ese celular me cuesta, digamos, 305 dólares, ya no cuesta los 300.

Y si yo tenía guardado en la caja de zapatos 300 dólares pa’ comprar ese celular, cuando quiero ir a comprarlo, no me va a alcanzar el dinero, porque la caja de zapatos no me genera intereses y no me protege con la inflación.

Entonces, ¿Qué puede hacer el individuo? El individuo -por naturaleza o de una forma racional– va a tratar de proteger el valor de su dinero para que este aumente a lo largo del tiempo por encima del aumento natural de los precios –que siempre va a ocurrir- y, que, dicho sea de paso, es conveniente vivir en un entorno en donde los precios crecen, pero que crezcan poco.

Lo que no queremos es un entorno donde los precios crezcan demasiado, ni un entorno donde los precios no crezca o se contraigan, porque, si se contraen, yo no voy a comprar ese celular el próximo año porque va a valer 297, sino que voy a esperar a ver si ese celular, algún día, llega a valer 250 dólares, y, probablemente, el fabricante va a perder interés en fabricar ese celular.

O sea, la parte de que disminuyan los precios, no afecta tanto como la parte de que incrementen demasiado.

Entonces, ¿qué va a hacer ese individuo? “¿Guardo el dinero en la caja de zapatos?” o ¿qué hago? ¿lo pongo a producir en un pequeño negocio? Asumiendo que ahorro los 300 dólares y, eventualmente, pienso que voy a tener 400 dólares después de un año, 500 dólares después de dos años, de manera que crezca, que valga mucho más que la inflación.

O, si soy más- igualmente en mi negocio lo puedo perder, es decir, ýo tengo un negocio donde estoy esperando una abarrotería, y me agarra una pandemia como esta y la tengo que cerrar, es probable que yo pierda esos 300 dólares que invertí en comprar inventario en mi abarrotería.

Entonces, si soy muy conversador, y, de pronto, los 300 dólares -parte de eso- lo voy a ahorrar; aunque me gane menos, pero, voy a buscar algo que me dé mayor seguridad.

Entonces voy y miro bancos, y busco bancos que tengan mayor capital, mayor capital en función de sus activos, o de la cartera de préstamo que tiene, con una tasa de pérdida de préstamo relativamente baja, con altos niveles de eficiencia…. Entonces ese banco, que ofrece niveles de seguridad relativamente altos, me va a pagar una tasa de interés inferior a, por ejemplo, y recordemos el famoso caso de aquel banco del tejano que tenía estas operaciones en el Caribe, donde pagaban tasas de interés que eran 5 veces las que se conseguían en Panamá.

Y, así mismo, los riesgos que el depositante estaba tomando eran 5, 10, 15 o 20 veces mayor que haber depositado su dinero en Panamá.

Entonces, digamos: “hombre y ¿qué hago con mis 300 dólares?”, yo voy a poner 100 en la forma más segura y menos riesgosa posible, y miro varios bancos, si uno me paga 1%, 1,5, otro 2%, el banco que es 2% que es más alto, ¿me siento cómodo con los riesgos? Sí, entonces ahí, yo me voy con eso y gano mi 2%, y estoy seguro que, por lo menos, voy a estar por encima de la inflación que está por debajo de 2%, o sea, que voy a preservar el valor a lo largo del tiempo.

Entonces, esos 100 dólares hoy, van a comprar lo mismo en un año o dos años, es decir, estoy protegiéndome ante la inflación. 

Y, de eso, los otros 100 dólares, los voy a invertir en algo adicional que me dé un retorno superior. Tomo un poco más de riesgo y los otros 100 adicional los voy a invertir en mi abarrotería, que, es más riesgoso, pero, si me va bien, va a generar una tasa de rendimiento muy superior al 2% que me paga el banco.

Y ¿qué hace el banco con ese dinero? Pues, efectivamente el banco tiene un equipo de profesionales debidamente entrenados para administrar riesgos. Entonces, ellos van, y evalúan dónde colocar su dinero y de las empresas examinan sus estados financieros, su flujo de caja, su responsabilidad de cumplir con las obligaciones del dinero que se les presta.

Igualmente, si yo voy donde Ángel y le presto dinero, pues, yo miro el comportamiento de Ángel, cuál es la historia laboral de Ángel o su historia profesional. ¿Cumple sus compromisos? O sea, ¿tiene una vocación de cumplir con sus compromisos oportunamente? 

¿Por qué? Porque si Ángel me repaga a mí como banco o a la empresa a la que le presté el dinero me repaga, entonces yo me puedo voltear y con ese flujo le pago a quien me depositó el dinero más el 2%

Ángel: Entonces, mantener parte de nuestros fondos alquilados a un banco, tiene sentido, al proveernos con un retorno por una actividad que debe ser de bajo riesgo para nosotros, y nos ayuda a mantener el valor de nuestros ahorros –producto de nuestro trabajo- siempre y cuando la tasa de interés que se ofrezca sea mayor a la de inflación.

Bien, y los bancos son organizaciones profesionales que se dedican básicamente a captar y a colocar dinero. Lo podríamos asemejar inclusive a los supermercados, solo que, en lugar de colocar y captar dinero, los supermercados colocan alimentos de los proveedores que buscan un lugar donde vender sus productos y consumidores que los necesitan y que difícilmente podrían obtenerlo por cuenta propia.

Y así como en un supermercado hay un costo de producto, y precios distintos, en un banco también.

Felipe: Sí, y ese ejemplo que tú das -que es muy claro- también aplica, por ejemplo, más sencillo, de una forma muy clara: un restaurante, y piensa ahora en la pandemia.

Un restaurante te vende un plato de comida -un restaurante de comida de precio medio y alto- te vende un plato de comida entre 15 y 20 dólares, digamos 20 para simplificar matemáticas. Y probablemente le cuesta producir -de esos 20 dólares le cuesta poner ese plato de comida con todo lo que eso conlleva- si les calculas bien los dólares, le cuesta 15 dólares.

O sea, que me gané 5 dólares; pero, ese mismo comensal, me compró una botella de vino por la cual me pagó 20 dólares también. Resulta ser que esa yo se la compré al distribuidor de vinos a 8 o a 10 dólares. O sea, que, con el vino, me gané 10 dólares, tuve un margen del 100% versus el plato de comida que me costó 15 y lo pude vender a 20.

Entonces, todos esos negocios que están ahora mismo cerrado y dependiendo de la entrega a domicilio o del retiro en el sitio, o el delivery o el “pick-up” no están teniendo ese retorno que tenían por la venta de la botella de vino. Están teniendo solamente el de la venta del plato de comida que, probablemente, se han tenido que ver obligados a reducir el precio del plato de comida que vendían a 20, probablemente lo tengan que vender a 15.

Ya tal vez no me cuesta 15 porque no tengo todos los costos andando simultáneamente, pero, la diferencia no va a ser 5 dólares. Probablemente no me va a costar 15, me va a costar 12, y solamente me gano 3 dólares y solamente me gano 3 dólares por cada venta que hago.

Ángel: Claro, y al igual que el comercio, los bancos también han tenido que ajustar sus precios, su estructura de costos para garantizar que haya flujo suficiente para pagarle a sus depositantes y también para asegurarse de que haya suficiente para proveer crédito donde se necesite.

Y, Felipe, hace rato mencionaste el margen neto de intereses en Panamá siendo uno de los más bajos. ¿Por dónde está actualmente?

Felipe: El último dato que yo investigué -según información que está en la superintendencia de bancos- ese margen de interés neto en Panamá, ha estado en el pasado reciente más o menos 3.3% y 3.5 puntos porcentuales.

Obviamente este es el promedio de la totalidad, es decir, miramos la totalidad de la cartera de préstamos, que puede ser de aproximadamente un poco menos de 60 mil millones de dólares, ya a eso, se le calcula el costo promedio –que tuvo que pagar el banco para pedir esos 60 mil prestados- y el ingreso promedio que logró -u obtuvo- al prestar esos 60mil.

Dentro de esa diferencia, sí, habrá uno donde, probablemente, ese margen puede ser de 10 puntos, puede ser de 15 puntos, es decir, puede ser que alguien lo colocó en un depósito de un día – “overnight”- y le pagaron una tasa de interés supremamente baja, digamos 1%.

Y, digamos, el banco tomó eso y lo otorgó en un préstamo personal o en una tarjeta de crédito al 15% o al 20%, entonces, el margen, entre una cosa y la otra puede ser 10, 15, 20 puntos. Ahora, la probabilidad de yo prestar ese dinero a esa tasa de interés por un perfil de riesgo mucho más alto, de hecho, las estadísticas demuestran que tienen un grado de pérdidas superior.

Por ejemplo, el negocio de tarjetas de crédito genera pérdidas 10 veces superiores a lo que generar hipotecas residenciales por dar un ejemplo. Por ende, el banco que ofrece financiamiento por medio de tarjetas de crédito, tiene que cobrar más por la tarjeta de crédito que por el otorgar un préstamo para adquirir una vivienda porque que generar más ingresos que le permita asumir las pérdidas que generar el negocio de un perfil superior.

Ángel: Sí, las tarjetas de crédito no tienen una garantía, a diferencia de los créditos hipotecarios, digamos.

Felipe: Es correcto. Y, además, no tiene una garantía que le permita recuperar el dinero prestado.

Ángel: Ahora, hemos hablado de la tasa activa –es decir, la tasa de precio del dinero- y la tasa pasiva –o la del costo del dinero- pero, ¿cómo se fijan? ¿cómo se determina el precio del dinero?

Felipe: El dinero es un bien más que hay en una economía. Es un activo adicional que hay en una economía.  Y cuánto vale el dinero, el precio del dinero –que son las tasas de interés- fluctúan en función de la oferta y la demanda, y si la oferta se produce, y hay mucha liquidez, y hay menor demanda por tomar prestado ese dinero y colocarlo, va a ver una presión excesiva para que el costo del dinero sea supremamente bajo, para que las tasas de interés vayan hacia la baja.

El inverso es si la demanda por pedir prestado es igual, o inclusive puede ser superior a la oferta de dinero o liquidez disponible, entonces los precios van a subir.

Es lo mismo cuando hago ese análisis para la azúcar, para automóviles, para vivienda… Ocurre exactamente lo mismo. 

Entonces, y ese concepto de poner artificialmente, de intervenir el mercado, es que yo decir el equivalente a yo jugar como al “gran sabio” y decir: “bueno, yo creo que el dinero cuesta 5 y nadie puede prestar por encima de 5”.

Es lo mismo como si yo dijera: “una casa no puede valer más de mil dólares el metro cuadrado”. O es lo mismo como si yo dijera que un automóvil no se puede vender por más de 15 mil, o un mango no se puede vender por más de 15 centavos.

¿Qué va a ocurrir? Que solamente las personas que están en capacidad de producir ese mango, ese apartamento, ese auto, que le permita mantenerse en el negocio, son los únicos que van a estar activos en el mercado vendiendo eso.

Y si estoy solo en el mercado, pues el mercado, a través de esa protección, me ha brindado un monopolio, y ese monopolio, pues, me permite ser abusivo con el cliente, tratarlo mal y “yo soy el único que vende mangos. Si no quieres mangos, no te gusta mi precio, no te gusta cómo te trata, pues, no coma mango, tan sencillo como eso”. 

Entonces, me vuelvo ineficiente, maltrato al cliente. Sin embargo, si yo tengo 100 competidores que venden mango, yo me voy a asegurar que Ángel me quiere, y que Ángel está satisfecho, y Ángel va a regresar donde Felipe a comprar mangos porque no solamente me da un precio atractivo; sino que también me atiende bien, me da un buen servicio, cumple, entrega oportunamente, el producto que me entrega es de buena calidad, limpio e higiénico, sabroso…

En fin, eso es lo que produce la competencia y que, si nos metemos a intervenirla, vamos a desaparecer la competencia, y nos vamos a quedar con uno o pocos proveedores de un servicio o de un vendedor de productos o bienes y, eventualmente, el cliente sufre.

Ángel: Es muy interesante lo que mencionas, de hecho, la política de control de precios para ninguna actividad comercial –a lo largo de la historia y en ninguna economía- ha sido exitosa. Sirve es sencillamente para restringir la oferta, que como bien mencionas, cae en detrimento del consumidor.

Por lo que mencionabas, las tasas de interés, o el precio del dinero se fijan de acuerdo a las fuerzas del mercado, ahora, ¿cuál es el rol de los bancos centrales entonces?

Felipe: En las economías liberales que aspiran a ser una economía con actividad de mercado, de competencia, no fijan las tasas de interés, ellos fijan referentes de tasas de interés. Es decir, la reserva federal de los Estados Unidos, o el Banco Central Europeo, ellos anuncian una tasa de referencia, ellos dicen: “me gustaría que el mercado esté cerca a esta tasa” pero no pueden garantizar lo que esté esa tasa.

Es decir, la reserva federal de los Estados Unidos puede garantizar la tasa. Muchas veces se equivoca y hace maniobras de enviar señales de cuánto quisiera que fuera la tasa de interés y hace operaciones en el mercado para comprar o vender instrumentos de deuda en el mercado secundario para también influir en la demanda y la oferta, para que se muevan los precios, y, por ende, las tasas de interés reales, o el rendimiento real…

Muchas veces no aciertan con el rendimiento exacto que quieren, es decir, están apuntando, por ejemplo, el número exacto que yo es 2.25 y en la realidad termina siendo 2.38 o 2.17. Lo que tratan entonces es acercarse a su objetivo, lo que llaman en inglés a su “target”.

Ángel: Es decir, que tampoco el banco central -en específico el que nosotros nos ceñimos a tener el dólar- fija la tasa de interés. 

Felipe: No puede, el FED no tiene capacidad de fijar una tasa de interés. El FED lo que hace es que da una tasa de referencia y pone una tasa al cual los bancos le pueden pedir prestado. Él pone una tasa a la cual los bancos sí están obligados a depositarle liquidez y entonces exige una tasa que ahí si tiene para decir: “bueno, yo pago tanto”.

Y ahí, en toda esta fórmula compleja, influye en el comportamiento y en la construcción de la tasa de interés, pero no la controla.

Ángel: Influye sobre el nivel en el que se encuentran, pero deja que las fuerzas de oferta y demanda funcionen.

Bueno, y en el caso particular de la FED -que más nos influye a nosotros- ¿cuál es realmente su función?

Felipe: Lo que te digo por ejemplo que tiene la reserva federal, su mandato, es estabilidad de precios y pleno empleo. Su mandato no es una tasa de interés equis, no, no, no. Su mandato es: “usted haga lo que tenga que hacer para que haya estabilidad de precios, y que el mercado de empleo tenga el mejor comportamiento posible, el mejor rendimiento posible”. Bajar el desempleo lo más posible, y aumentar el empleo formal lo más posible.

Ángel: Y, en Panamá puntualmente, ¿cuál es el rol del regulador bancario? De la superintendencia bancaria.

Felipe:  Bueno, ¿cuál es el principal rol de un regulador bancario? de un superintendente es proteger al depositante. 

Yo veo que las discusiones que se han estado dando ahora mismo están muy centradas en quien pide prestado, el deudor, pero no, la principal tarea de un regulador es asegurarse que ese ciudadano de tercera edad -que depende de sus ahorros para su jubilación- esté bien protegido. 

Y que el banco que le tomó su dinero prestado, asegurarse que ese banco le pague de vuelta. Le pague sus intereses y le devuelva su capital. 

Esa es la principal labor de un regulador bancario. Y para que eso ocurra, él tiene que asegurarse que el banco tenga suficiente capital y que preste su dinero de forma responsable, prudente y eficiente para que también pueda entonces recobrar sus préstamos y pueda también pagarle a ese depositante.

Entonces tiene que ser eficiente. Entonces tiene que ser vigilante de que el negocio de ese banco sea un negocio que pueda perdurar a lo largo del tiempo; que sea un negocio que se pueda mantener como un negocio en marcha, que sea viable, para que, entonces tenga la capacidad financiera para pedir prestado del público y cumplirle al público. Esa es la principal labor.

Por supuesto que del lado de los deudores –si abusan de algún deudor- el regulador también está ahí para proteger a esa persona que pidió prestado y que el banco abusó de los términos y condiciones o no los cumplió, está en todo su derecho de ir al regulador bancario a pedir que el regulador lo defienda siendo el eslabón más débil en esa cadena para que el banco no abuse y pueda ser duramente sancionado por el ente regulador como lo ha sido en Panamá y en los países donde opera la industria bancaria.

Ángel:  En Panamá, ¿qué podemos entender como “política monetaria”?

Felipe: En Panamá lo único que hay que puede ser, de alguna medida, remotamente, estar dentro del universo de la política monetaria, son las regulaciones que aplique la superintendencia de bancos, porque, la superintendencia de bancos puede adoptar normas y puede adoptar acuerdos que tienden, por ejemplo, que afectan la liquidez del patrimonio que tiene un banco, que afecta el nivel de provisiones o reserva que debe tener un banco.

Y, todas esas políticas, entonces sí tienen repercusiones eventualmente en la tasa de interés y en el aumento o la disminución de la oferta de crédito.

Ángel: Ahora, aun así, la superintendencia de banco sí tiene algún grado de influencia sobre las tasas de interés ¿no?

Felipe: Así como dije cuál es el objetivo, y la meta de la reserva federal, el de la superintendencia de banco no es ese, ni preservar precios ni empleo, no. Es proteger al depositante. 

Entonces, él toma esas medidas en función de la protección del depositante que -como consecuencia colateral- puede tener un efecto en las tasas de interés. Pero eso no es lo que se busca, y ese no es su mandato.

Su mandato no es influir las tasas de interés.

Ángel: Muchas gracias por la aclaración, Felipe. Bien, y en Panamá se está conversando sobre un número fijo de tasa de interés ¿qué consecuencias tiene esto?

Felipe: Sí, y lo que va a ocurrir es que -si ponemos una tasa de interés artificial- lo que va a ocurrir es que eso va a limitar la oferta de crédito y va a ocurrir que una parte muy importante de personas en un país no van a tener acceso al crédito.

¿Por qué? Porque si yo digo artificialmente, por decir algo: “aquí no se puede prestar por encima del 4%” Eso significa que yo solamente puedo pagar entre .5 máximo 1% por la gente que me deposite dinero. Y la gente va a decir: “¿sabes qué? Por ese retorno yo no te doy mi dinero”. 

Entonces, no voy a tener suficiente, no voy a lograr comprar suficiente dinero para poder prestarlo. Entonces, ese dinero, voy a irlo a prestar a las personas que me ofrezcan el menor nivel de riesgo y me garanticen la mayor probabilidad de recuperabilidad de ese dinero.

Dejándome por fuera los riesgos que tienden a ser mayores; es decir, el riesgo del emprendedor, el riesgo de la persona que está iniciando un negocio, el riesgo del joven. Es decir, voy a alienando o sacando del mercado a personas que -por las circunstancias- que son agentes fundamentales en la actividad económica del país, simplemente los estoy sacando del mercado.

Ángel: Bueno, y bajo ese mismo razonamiento, también sufrirían aquellas personas que no van a poder ser atendidas debido a que al enfrentar una situación económica difícil y riesgosa, no van a poder tener acceso a crédito.

Felipe, y ¿a quién más afectarían estas medidas que restringen crédito?

Felipe: A todos. ¿y quiénes más sufren? Los de menores ingresos. Y ¿por qué es proporcional? Es proporcional a tu nivel de ingreso. ¿Afecta a los ricos? Sí, pero proporcionalmente afecta mucho más a las familias de más bajo ingreso.

Esto que estamos hablando aplica a todos los agentes económicos que de una u otra forma están activos en el mercado financiero.

Ángel: ¿De qué manera? Supongamos que yo no estoy en el sistema bancario, no tengo un deposito… ¿cómo me afectaría esto a mí?

Felipe: Sí, de acuerdo, no te aplica directamente, pero sí de forma indirecta porque compran productos o servicios que, de una u otra forma, tocaron el mercado financiero.

Ese individuo fue a una abarrotería, algunos de esos campesinos compraron un “pick-up” y o sea, todo eso, le compran a agentes económicos que sí están insertados en el mercado financiero.

Ángel: Ok, y, ¿a mí como consumidor de productos bancarios y otros servicios?

Felipe: Piensa ahora, toda persona que tiene una tarjeta de crédito o un prestamos de alto riesgo en el cual pague una tasa de interés superior al 15%, está seguro de que esa oferta financiera va a desaparecer.

Pregunto yo ¿qué prefiere usted? tener una hipoteca al 5%, un préstamo de automóvil al 8% y si necesito crédito más caro, una tarjeta de crédito al 16% y un préstamo personal al 16, y una tarjeta de crédito al 18, y si le dicen a usted: “hombre, lo que vamos a hacer es que vamos a pedir que le presten al 16 y al 18” y te van y simplemente ese crédito no lo va a tener.

No es que se lo van a ofrecer al 14 o al 12. Va a desaparecer.

Y yo voy a decir: “yo prefiero tener el 15%, 16% y tener la opción inclusive de no usarlo, si no lo necesito, pero prefiero tener la alternativa de que allí estén”.

Por ejemplo, un dato curioso ahora: ¿por qué la gente en pandemia y en moratoria está cumpliendo con sus pagos o letras mínimas de tarjetas de créditos cuando la ley les permite no hacerlo? Ponte a pensar en eso. Lo que te dice es que el consumidor no es tonto, y es una persona, tiene un comportamiento racional.

¿Por qué? Porque es un instrumento de financiamiento -ahora mismo en pandemia- por excelencia.

Si yo tengo una tarjeta de crédito, un límite de crédito de 1000 dólares, yo estoy pagando mi tarjeta continuamente, yo sé que con eso yo siempre voy a poder ir al supermercado a comprar comida, entonces ya estoy cuidando mi crédito.

Ahora, si el costo de crédito de esa tarjeta –de la persona que tiene 1000 dólares- es 16, y te dicen: “Ángel, lo siento mucho, pero ya no. Te tengo que quitar la tarjeta” y no cuentas con esos 1000 dólares”. Solamente podrás ir al supermercado cuando tengas efectivo en el bolsillo.

Ángel: Bien, y aquí recordamos el uso prudente de las tarjetas de créditos y de cualquier crédito para este efecto, ya que nos puede ayudar a atender una emergencia.

Recordemos que el crédito es dinero tomado de otros y no es dinero nuestro.

Bien, Felipe, y en Panamá tenemos el dólar, la moneda de reserva por excelencia y eso resulta atractivo para depositantes extranjeros que nos han confiado sus fondos. ¿Cómo afecta esta confianza al fijar una tasa de interés fija?

Felipe: La semana pasada, yo conversaba con uno de los inversores extranjeros más grandes que hay en el país y me estaba preguntando precisamente sobre estas iniciativas legislativas que lo tenían muy preocupado y le decía: “esto puede tener consecuencias muy graves” no solamente económicas, sino sociales y políticas para este país y me pone a pensar si yo quiero continuar invertido en Panamá.

Es decir, esos son el tipo -son gente que… decenas de miles de empleos remunerados en el país. Entonces, eso por supuesto que eso no me alivió, sino que me aumentó la preocupación que yo ya tenía.

Así que, el tener el dólar es un atractivo, pero no es el único. Tú necesitas una serie de elementos que te den estabilidad, confianza. Que Panamá la ha tenido, pero por alguna razón, parece que estuviéramos empeñados en irla destruyendo, o por lo menos algunos ciudadanos –no la mayoría- o el resto no hacemos nada para evitarlo, nos quedamos de brazos cruzados.

Y, por dar un ejemplo, regresando al análisis técnico que hicimos del margen neto de interés, digamos, panamá vs El Salvador -otra economía completamente dolarizada- el margen neto de interés es casi el doble que el de Panamá, y tú dirías: “oye, pero si usan el dólar…” 

No, porque usan una dinámica completamente distinta. Hay menos bancos, el nivel de competencia bancaria es menor. Allí hay una serie de factores que pudiéramos conversar larguísimo sobre la situación económica de El Salvador vs Panamá.

Pero, si seguimos coqueteando con la anarquía y la destrucción, no me sorprendería que, a lo largo del tiempo ese margen de intermediación financiera se vaya aumentando dramáticamente a lo larog de la historia.

¿Nosotros queremos proteger al consumidor? Lo aplaudo. ¿Cómo lo protegemos? Aumentando la competencia. Asegurarnos que haya más y mejores agentes económicos jugando en la cancha, para que el ciudadano y el consumidor tenga más y mejores alternativas, no lo contrario.

Y eso me lleva a las medidas “populísticas” que aquí se tomaron a principios de este siglo donde casi que se eliminó o se debilitó de manera muy marcada agentes reguladores -que fueron creados en la década anterior a esa- para promover la competencia y proteger al consumidor.

¿Y qué ha ocurrido? Menos competencia, y más abuso.

Entonces, el discurso que estamos teniendo resulta ser contrario al objetivo que tenemos. Es decir, si queremos proteger al ciudadano y al consumidor, pues pongamos a la gente a competir de verdad. Y quien abuse y tenga un poder monopólico, pues que tengamos un agente monopolio con suficiente ¿¿?? y fortaleza para proteger al consumidor.

Ángel: Esto impediría a que yo tuviese acceso a recursos a través de créditos para adquirir bienes que por mis propios medios no puedo adquirir, digamos, una casa.

Felipe: O una de dos: o no va a ver una oferta de financiamiento que te permita por ejemplo comprar una vivienda, o simplemente no vas a calificar por los requisitos tan estrictos. O los costos de ese crédito van a ser tan altos que no lo vas a poder pagar.

Ángel: ¿Y cómo compararía esto en otras latitudes?

Felipe: No, pues, miremos, los países más prósperos, donde tienen la más alta calidad de vida, cuentan con sistemas bancarios robustos, de mucha penetración, de mucha competencia, sin restricciones a los precios y a las tasas de interés, y eso permite que el dinero, el crédito fluya a personas que emprenden, que crean nuevos negocios que producen innovación en un país, en una economía, que mejorar la calidad de vida.

Es decir, esos innovadores que crean nuevos productos o formas de brindar un servicio, muchas veces toman prestado para entonces ir al mercado y ofrecer ese proceso de innovación.

Si tú extraes de eso, entonces rompes la dinámica del emprendimiento y de la innovación. Y sufre el avance, el avance, la calidad, el mejoramiento de la calidad de vida del ciudadano.

Ángel: Bueno, y hemos hablado de casos de tasas positivas, pero existen en el mundo -en la comunidad europea- el uso de tasas negativas. ¿Quizás nos podrías brindar un pantallazo sobre eso?

Felipe: Sí, es inclusive, que yo todavía estoy escéptico en la efectiva que pueda tener en el mercado el funcionamiento de tasas de interés negativa porque es un concepto difícil de comprender y creo que no tiene en el consumidor, o en el inversionista, que lo tiene en un entorno donde tienes tasas de interés positivas, pero bajas.

Eso lo que significa es que para yo guardar mi dinero en el banco –vs la caja de zapato- por cada 100 dólares que te voy a poner, yo te voy a devolver 99 o 98 y así ¿qué incentivo tengo yo para hacer eso? 

Ángel: Sí, definitivamente nadie mete dinero en un banco para recibir menos a cambio.

Ángel: Bueno, Felipe, y ahora voy a hacerte un par de preguntar que les he hecho a todos los invitados de este podcast, y voy con la primera: ¿qué libros te han marcado y recomendarías a la gente leer?

Felipe: No leo tantos libros como me gustaría porque mi tiempo de lectura lo tengo que invertir en literatura afín a mi trabajo, que tiende a ser lectura aburrida, técnica y sobre finanzas y economía para mantenerme al día, y el tiempo que me queda libre para leer libros -sobre todo para relajamiento- es poco. Espero que algún día, esa es una de las cosas que anhelo que puedan cambiar.

Si yo pienso así en libros, a lo largo de mi vida, bueno, una de las lecturas que más me impacto –parece curioso sobre todo por la época en que se dio- y fue Don Quijote, de Miguel de Cervantes Saavedra

Que tuviera tal imaginación literaria y “aquí estoy…” Escribir todo de una forma tan hermosa. Es un libro fascinante.

Tuve el privilegio de tomar un curso universitario dedicado exclusivamente al Quijote, así que me tocó leerlo más de una vez y aprendí, pero muchísimo.

Y ahí, yo diría que, en términos financieros, más que influencia, un libro que me dejó pensando mucho es un libro en inglés que se llama “The Millionaire Next Door” es decir, “El millonario que está vecino tuyo o al lado tuyo”.

Y hace un examen y es un libro no anecdótico sino más empírico. Un libro que va y hace estudios de las poblaciones que logran acumular más ahorro mientras que- poblaciones no, personas- y es en Estados Unidos primordialmente.

Y es fascinante como logra entender cómo las personas logran autonomía financiera, independencia financiera. Es decir, muchas veces, el ser humano erróneamente piensa que el que es rico es porque le cayó el dinero del cielo, y no.

Resulta ser que los ricos de este mundo –más del 90%- es primero producto de autodisciplina, trabajo, ahorro e inversión y mucha disciplina en el consumo, en el gasto.

Y ese libro es fascinante para entender eso.

Cosas tan sencillas como, por ejemplo, decía: “bueno, ya como tengo suficiente dinero para invertir le preguntaban: ‘bueno, el que viene a ofrecerle servicios de asesoría financiera…” 

Ponte que Ángel viene a ofreces sus servicios de asesoría, bueno, Ángel, con mucho gusto yo te voy a mostrar toda mi información financiera, pero me gustaría ver la tuya también. Y yo quiero ver yo tú cómo administras tus patrimonios, cómo han crecido tus ahorros y si tú has sido prudente y exitoso. 

Si tú has sido prudente y exitoso con tus propios recursos, entonces yo voy a confiar en tu asesoría. SI no lo has sido, realmente eso me pondría en duda.

Otro libro interesante –es que he leído ¡hombre, muchos! – Hay uno “Good to Great” de Jim Collins, muy bueno. Fascinante.

Y ya, desde el punto de vista de. tal vez, me impactó muchísimo el de Mario Vargas Llosa sobre “La Fiesta del Chivo”, que es de la dictadura de Trujillo en la República Dominicana. Realmente muy gráfico, muy cruel. Pero, retrata bien lo que fueron las dictaduras y el totalitarismo en América Latina y que no se nos olvide para que no queramos regresar a vivir esas épocas.

Y, lo comento ahora porque, en la medida que estamos tomando, jugando con la estabilidad económica y social del país y estamos coqueteando con la anarquía, con la destrucción de instituciones, pues, mirémonos en ese espejo y mirémonos cómo puede cambiar la vida.

Ángel: Sí, y bueno, mi otra pregunta sería: si alguien viene a preguntarte hoy qué estudiar ¿qué le recomendarías?

Felipe: A los jóvenes de hoy en día yo les recomendaría estudiar -lo que llaman en inglés- carreras que estén asociadas a lo STEM, que es “Science, Technology, Engineering, Math”.

Y, probablemente si eso lo aplicamos a alguna carrera, probablemente yo lo enfocaría más hacia las carreras técnicas-informáticas. Yo creo que ahí es donde está el futuro ¿no?

Todo ese desarrollo de la inteligencia artificial. Entender cómo funciona ese mundo que hay detrás de una computadora, es decir, esto que estamos haciendo tú y yo, detrás de esto hay una cantidad de programación en códigos que yo no entiendo y me encantaría conocer y poder entender. Yo creo que eso es importante.

Es importante entenderlo y conocerlo sin dejar de lado mi recomendación más amplia: “lo primero es educarse y estudiar para entender el mundo”.

Y para entender el mundo yo primero tendría una educación o estudios de conocimiento liberal, que me permita entender la evolución del ser humano; la historia, política, ciencia a grandes rasgos.

Poder entender cómo han evolucionado los eventos que han movido al ser humano para luego especializarme… Ya acabo de mencionar una carrera, y eso no significa- por supuesto, que hay mucho que hacer en la medicina… mucho por hacer en otros ámbitos.

Yo creo que el mundo científico es donde está –desde el punto de visto técnico y de la ciencia- el progreso de la humanidad sin dejar de lado que hay que entender el comportamiento humano; hay que entender contabilidad, finanzas, economía, política, gobierno, pero no me voy a dedicar a ninguna de esas cosas.

SI yo hoy en día tuviera un hijo y me pregunta: “papá ¿y qué estudio?” Primero una educación amplia, liberal, para entender al mundo, para entender al ser humano y luego una especialización en una carrera idealmente que esté dentro del STEM.

Ángel: Bueno, y pensando en la naturaleza cambiante del mundo –especialmente en cambios que han sido impulsados no solo por pandemia sino también por la tecnología en general- ¿qué le recomendarías a los no-tan-jóvenes estudiar? 

Felipe: Mira, jamás olvidaré lo que mi padre me dijera el día que me despedí de ellos y me fui a la universidad y me dijo: “hijo, estás yendo a una buena universidad para aprender a seguir aprendiendo el resto de tu vida”.

Si tú logras aprender el proceso de aprendizaje y dominarlo, tuviste éxito en tu misión. Y, en efecto, uno nunca deja de aprender hasta el día que uno muera.

Y ¿qué debe estudiar uno? Lo que a uno le guste, lo que a uno le llame la atención. Y en la medida que somos mayores o más viejos, lo que más nos apasione, nos dé más ganas de vivir y nunca, nunca paramos de aprender.

Felipe: Cuídense mucho ¿cierto? Hay un par de aguas, un antes y un después de esta pandemia. No hemos sido el caso más exitoso, tampoco el peor. Los casos más exitosos han sido casos en los cuales hemos visto menos limitaciones o menos tal vez imposiciones en las libertades ciudadanas, pero ha habido muchísima más cooperación por parte de los ciudadanos en seguir reglas tan básicas como: utilizar una mascarilla, lavado frecuente de manos, distanciamiento físico y la trazabilidad… 

Son países donde hemos visto que han tenido gran éxito, el más sonado a nivel mundial es Nueva Zelanda. En América Latina es el caso del Uruguay, es decir que se puede, por supuesto que se puede. Y yo creo que hacia allá deberíamos enfocar nuestros esfuerzos –más allá de enfocar nuestros esfuerzos- de tratar de forzar a que el sistema haga lo que no puede hacer. 

Es decir, no le pidamos peros al colmo. No tiene ningún sentido legislar para que desaparezca la pobreza o que controlemos el régimen de lluvias. Tenemos que ser racionales. 

Ángel: ¡Tremendo mensaje, Felipe! Encantado de tenerte y gracias por participar en este programa.

Felipe: Con gusto. ¡Éxitos!

Ángel: Estos han sido los ALVA Casts.

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